Payasito rompiendo la ley

A veces un genio del crimen cómo yo tiene que salir de su guarida súper secreta en el sótano de sus papás a despejar su mente atiborrada de planes macabros. Aquí estoy yo en una convención de magia. ¿Qué cuál de todos soy yo? Siendo un malandrín rapaz cómo soy no me atrevería a identificarme abiertamente. Lo dejó a su criterio.

Esto es por supuesto un ardid para sembrar el caos y la incertidumbre en el corazón de la ciudad. ¿Quien soy? ¿En quien pueden confiar? ¿Cómo pueden luchar contra lo que no conocen? ¿Seré el tipo de la cosa gris con rayitas blancas? ¿O acaso la agradable señora que busca algo en la bolsa de aeroméxico? ¿Seguiré cuestionando cosas indiscriminadamente para llenar éste post y que nadie noté que es solo un pretexto para subir unas fotos? Suspenso...

Si alguno de ustedes se está preguntando el porqué sali tan gordo pues... putos, fue porque su jefecita anda cogiendo con Agustin Carstens a escondidas. Sí... por eso. Tómenla. Pero también fue porque el pantalón no tiene bolsas y el chaleco solo tiene dos en las que tuve que meter todo esto mas el celular, la cámara y mi dinero. Y porque los pizzas san rafael son bien pinches sabrosas.



Y hablando de mis pantalones... que no hablábamos... vaya que son entubadísimos emos. Y lo mas emo de ellos es que tengo que usarlos con tirantes -que no traía- para que no se me caigan. Si alguno de ustedes tiene curiosidad sobre lo que se siente traer un chaleco lleno de cosas y un pantalón entubadísimo emo supongo que es mas o menos así. Aquí hay otra foto de la convención de magos y algunas cosas que vendían. Conociendo cómo nos conozco a los magos me sorprendió la baja cantidad de fleshlights que había. Bueno, pero salieron las bubis de la hija de la señora en la foto. Y si se fijaron tambien las de la señora en la foto en la que buscaba algo en la bolsa de aeroméxico. SCORE!!!



Vaya, en serio que quería esos lentes con nariz y bigote pero costaban cincuenta pesos. Cincuenta pesos!. Qué tristeza. Ay, estaríamos mejor con lópez obrador...! Y fue entonces que lo vi. Fue cuándo lo entendí todo. Dislumbré que vivir bajo el yugo de la ley y el orden no tiene sentido, que una sociedad cómo la nuestra no merece mi compasión y que mi carrera delictiva debía de arrasar ésta ciudad con violencia. Aquí hay pruebas fotográficas de uno de mis crímenes terroristas en la estación del metro, esperen más en el futuro. En serio.



Y ésta es la foto de cuando se me cayó la cámara a las vías



Ah, y no agarré gel desinfectante de las máquinas de la entrada.

Sigan sonriendo!

Payasito